Historia de Elche: Bizancio y los obispos de Ilici
En el año 549 d.C. fue elegido rey Agila, quien ha de enfrentarse con las luchas internas entre clanes nobiliarios del reino. Gobierna con mano de hierro y ha de movilizarse contra los sublevados de la Bética. Comienza el declive de Bizancio.
Bizancio en Ilici
Al atacar Córdoba es derrotado y pasa a Mérida. Los sublevados eligen rey a Atanagildo en el año 551 d.C., considerado como usuarpador por los partidarios de Agila, por lo que Atanagildo desea reforzar su ejército y llama en su ayuda a las tropas Imperiales, que tras Italia, deseaban dominar España, dispuestos a reconstruir el antiguo imperio. Es así que Justiniano, sin demora, envió sus tropas al mando del patricio Liberio, derrotando a Agila junto a Sevilla, que se retiró de nuevo a Mérida, donde encontró la muerte, probablemente a manos de sus mismos hombres.
Los Bizantinos, lejos de cumplir su palabra, no abandonan el territorio conquistado, por lo que durante 70 años mandaron en la provincias Bética y Cartaginense, Baleares incluidas.
Expulsión de los Bizantinos
Testimonio de la dominación bizantina en Elice son la columnita o candelabro, en donde se ve con tada pureza y ajeno a toda influencia extraña, el arte bizantino, reflejado también en las joyas halladas en la Alcudia, que pasaron al Museo Arqueológico Nacional, así como los fragmentos de mármoles decorativos, que nos demuestra la decadencia artística, marcada, particularmente los capiteles de pilastras, en dende si bien se adivinan los modelos clásicos que los diseñaron, están alterados de una manera caprichosa y muy arbitraria. Todo es evidente de la época mencionada, lo que demuestra que los restos señalados corresponden a los últimos días de la dominación Bizantina en suelo de nuestra ciudad.
Gracias a Suintila que los expulsó, uniendo a la fuerza de las armas la astucia política, consiguiendo ser el primer rey Visigodo que logró tener bajo su mando a toda la Península.
Durante esta época, a pesar de cambiar los mandos políticos, la vida en Elice no tuvo modificaciones sustanciales, sus gentes estuvieron abocados aún a una manfiesta decadencia. Mantuvieron sus tradiciones, a las que se añadió la de «la Virgen de Agosto». Lo que significa que la auténtica visigotización de Elice no se realizó hasta principios del siglo VII.
En este período se reutiliza el edificio de la Basílica, a la que se incorpora el ábside y cancel, otorgándose la categoría de obispado, siendo varios los obispos que en ella asisten a los concilios de Toledo. Solo entre los años 551 d.C. al 621 d.C. no se conoce asistencia, lo que se suele atribuir a que en este ciclo, los obispos de Elice, acudirían a Constantinopla, puesto que dependían de la capital de Bizancio.
Obispos de Ilici
Los Reyes Visigodos siguieron la actidud de Constantino al ejercer el derecho de convocar Concilios y asistir a la apertura, siendo los obispos de Elice que tenemos noticia, a lo largo de la Historia, los siguientes:
Juan, 517 según la Epístola decretal en que el Papa Hormisdas, 514 al 523, se dirige a él, y Juan Bautista Pérez, dice:
Juntando las pruevas de la obediencia al Romano Pontífice perpetuamente observadas en las Españas: Anno 515 Hormisdae Papae duae Epistolae ad Joannem Illicitanum...
Sanable, en 610, de acuerdo a Diago, libro 5 C 10 folio 209. El primero que asiste a un concilio en Toledo. Aunque parezca extraño que dominando los Bizantinos en esta zona, acuda a Toledo, que es Visigodo, en realidad no lo es, ya que Constantino promulgó la libertad religiosa de la Iglesia y el derecho a poseer sus bienes, aunque en alguna ocasión impusieran su criterio impidiendo el normal desarrollo de dicha facultad.
Serpentino, 633, concilio IV, V y VI.
Winibal, 646, concilio VII, en 653 VIII y IX en 655, y no pudiendo en el 656 asistir al X, firmó por él Agricio, Diácono.
Leandro, 675, concilio XI, 681 XII, 683 XIII y 684 XIV.
Emmilia, 688, concilio XV, penúltimo de los celebrados en Toledo.
Eppa, en el 693 fue nuestro representante en el concilio XVI, al que asistieron 62 obispos, 5 abades y 6 Condes. Y, por supuesto, el Rey Égica.
En el año 780 d.C., en la hoja del códice que existe en El Escorial, en los nombres de ciudades con sedes episcopales dice -sin conocer el nombre del escribiente-:
IN PROVINCIA CARTAGINIENSES SPARTARIE Toleto: Oreto: binata: mentesa: acci basti=urci: begastra iliorci ilici: setabi: dianio=ualentia: ualeria: segobia segobriga: arcabica: compluto=segontia: oxuma palentia.
El último de quien se tiene noticia, según el Padre Florez, que descubrió el «Apologeticum», del Abad Samsón, condenado de forma injusta, fue Theudeguto, Pontifex Illicitanus, que formaba parte del Jurado que, en el Concilio celebrado en Córdoba el año 862 d.C., tras escuchar al acusado, lo absolvieron.
LA SEDE EPISCOPAL DE ILLICI, EN LA ACTUALIDAD «SEDE TITULAR». Corresponde dicho título al Obispo Auxiliar de San Sebastián de Río de Janeiro, Monseñor Romeu Brighenti.