El Dragón de Komodo: El Lagarto más Grande del Mundo
El dragón de Komodo (Varanus komodoensis) es el lagarto más grande que existe en la Tierra en la actualidad. Una especie antigua de reptil, apareció por primera vez en el planeta hace más de 100 millones de años, aunque no fue conocido por la ciencia occidental hasta 1912.
Dragón de Komodo:
Antes de ese tiempo, en Occidente solo se conocía a través de rumores sobre un lagarto parecido a un dragón que vivía en las Islas de Sonda Menor del Pacífico.
Datos rápidos: Dragón de Komodo
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Nombre Científico: Varanus komodoensis
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Nombre Común: Dragón de Komodo, monitor de Komodo
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Grupo Animal Básico: Reptil
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Tamaño: 1.8 a 3 metros
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Peso: 68 a 163 kilogramos
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Esperanza de Vida: Hasta 30 años
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Dieta: Carnívoro
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Hábitat: Islas específicas de Indonesia
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Estado de Conservación: Vulnerable
Descripción
Los dragones de Komodo adultos suelen medir de 1.8 a 3 metros y pueden pesar 68 kilogramos aproximadamente, aunque ejemplares individuales pueden llegar a pesar hasta 159 kilogramos. Son de color marrón opaco, gris oscuro o rojizo, mientras que los juveniles son verdes con rayas amarillas y negras.
Los dragones de Komodo son masivos y con una apariencia poderosa, con patas arqueadas y colas musculosas. Sus cabezas son largas y planas, y sus hocicos son redondeados. Su piel escamosa suele ser una combinación de color arena y gris, lo que proporciona un buen camuflaje.
Cuando están en movimiento, se balancean hacia adelante y hacia atrás; al mismo tiempo, sus lenguas amarillas se mueven dentro y fuera de sus bocas.
Hábitat y Distribución
Los dragones de Komodo tienen el rango de hogar más pequeño de cualquier depredador grande: viven en ciertas islas pequeñas de Indonesia del grupo de las Islas de Sonda Menor, incluyendo Rintja, Padar, Gila Motang, Flores y Komodo, en hábitats que van desde playas hasta bosques y cumbres.
Dieta y Comportamiento
Los dragones de Komodo comerán casi cualquier tipo de carne, incluyendo animales vivos y carroña. Los dragones más pequeños y jóvenes comen lagartijas pequeñas, serpientes y aves, mientras que los adultos prefieren monos, cabras y ciervos. También son caníbales.
Estos lagartos son los depredadores principales de sus ecosistemas en las islas indonesias; ocasionalmente capturan presas vivas escondiéndose en la vegetación y emboscando a sus víctimas, aunque generalmente prefieren carroñear animales ya muertos. (De hecho, el tamaño gigante del dragón de Komodo se puede explicar por su ecosistema insular: como el ya extinto pájaro dodo, este lagarto no tiene depredadores naturales).
Los dragones de Komodo tienen una buena visión y una audición adecuada, pero dependen principalmente de su agudo sentido del olfato para detectar presas potenciales; además, estos lagartos están equipados con lenguas largas, amarillas y profundamente bifurcadas, dientes afilados y serrados, y sus hocicos redondeados, patas fuertes y colas musculosas también son útiles cuando se trata de apuntar a su cena (sin mencionar cuando se enfrentan con otros de su especie: cuando los dragones de Komodo se encuentran en la naturaleza, el individuo dominante, generalmente el macho más grande, prevalece).
Los dragones de Komodo hambrientos han sido conocidos por correr a velocidades superiores a los 16 kilómetros por hora, al menos en tramos cortos, lo que los convierte en algunos de los lagartos más rápidos del planeta.
Reproducción y Crías
La temporada de apareamiento del dragón de Komodo abarca los meses de julio y agosto. En septiembre, las hembras excavan cámaras de huevos, en las que ponen hasta 30 huevos. La futura madre cubre sus huevos con hojas y luego se acuesta sobre el nido para mantener calientes los huevos hasta que eclosionen, lo que requiere un período de gestación inusualmente largo de siete u ocho meses.
Las crías recién nacidas son vulnerables a la depredación de aves, mamíferos e incluso dragones de Komodo adultos; por esta razón, las jóvenes trepan a los árboles, donde un estilo de vida arbóreo les brinda refugio de sus enemigos naturales hasta que son lo suficientemente grandes como para defenderse.
Estado de Conservación
Los dragones de Komodo están catalogados como Vulnerables. Según el sitio web del Zoológico de San Diego:
"Un estudio estimó que la población de dragones de Komodo dentro del Parque Nacional de Komodo era de 2,405. Otro estudio estimó entre 3,000 y 3,100 individuos. En la isla mucho más grande de Flores, que está fuera del Parque Nacional, se ha estimado el número de dragones entre 300 y 500 animales".
Si bien la población es más o menos estable, el hábitat de Komodo continúa reduciéndose debido al creciente avance humano.
Veneno del Dragón de Komodo
Ha habido cierta controversia sobre la presencia, o la falta de ella, de veneno en la saliva del dragón de Komodo. En 2005, investigadores en Australia sugirieron que los dragones de Komodo (y otros lagartos monitor) tienen mordeduras levemente venenosas, que pueden causar hinchazón, dolores punzantes y alteración de la coagulación sanguínea, al menos en víctimas humanas; sin embargo, esta teoría aún no ha sido ampliamente aceptada.
También existe la posibilidad de que la saliva de los dragones de Komodo transmita bacterias dañinas, que se desarrollarían en los restos de carne descompuesta atrapados entre los dientes de este reptil. Sin embargo, esto no haría que el dragón de Komodo sea algo especial; durante décadas ha habido especulaciones sobre las "mordeduras sépticas" infligidas por dinosaurios carnívoros.
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