Alexandria Ocasio-Cortez ha hecho de las Redes Sociales uno de sus puntales para ser conocida a nivel global. Alexandria Ocasio-Cortez aprovecha las redes sociales para conectarse con su segmento de votantes, utilizando Instagram como su canal social de referencia. Con frecuencia usa la función de transmisión en vivo de Instagram para interactuar con su audiencia y responder preguntas. Incluso les agrega un toque único al realizar estas transmisiones de una manera muy informal.
Por ejemplo, recientemente realizó una sesión de AMA con sus seguidores mientras ensamblaba muebles de IKEA. El alcance de las preguntas va desde su punto de vista sobre diversos temas políticos hasta cuestiones generales sobre su vida. Se trate de una clara estrategia, en este caso de una política relevante, de cómo la utilización de las Redes Sociales puede ser un vehículo con un potencial ilimitado para enviar tu mensaje.
Esta fuerte presencia en las plataformas digitales ha hecho que sus cuentas hayan subido como la espuma en los últimos dos años, los que lleva siendo la congresista más joven en la historia de Estados Unidos. Pero ¿cuál es la estrategia utilizada por Alexandria Ocaso-Cortez para conseguir estos asombrosos números? Vamos a explicar algunos detalles sobre su irrupción en la vida política y social a través de las Redes Sociales.
- Elegir la transmisión en vivo en lugar de otras formas de participación
El 82% de los espectadores prefieren ver transmisiones en vivo en lugar de publicaciones en redes sociales. Si bien los candidatos pueden expresar sus opiniones a través de publicaciones (tuits, blogs, copia del sitio web), mezclarlo con transmisiones en vivo mejora el alcance y fomenta un sentido de comunidad con los votantes.
Las transmisiones en vivo también permiten a los candidatos enviar su mensaje directamente y con la intención prevista. Elimina la posibilidad de que el mensaje sea contaminado y difundido por otros con comentarios sesgados.
- Posicionarse para atraer a su público objetivo
Alexandria Ocasio-Cortez dirige su mensaje a los votantes jóvenes, un grupo cada vez más desilusionado por la idea de los políticos como títeres corporativos. Para atraer a este segmento de votantes, se presenta a sí misma como una persona corriente (a través de la configuración informal diferente de sus transmisiones en vivo) que intenta generar un cambio.
Para finalizar, también lo hace a través de un canal con el que sus seguidores se sienten cómodos. Al hacer esto, apela a su nicho en lugar de buscar la aprobación de las masas.
¿Casualidad o estrategia bien pensada?
Esto no es un accidente ni una anomalía. Ocasio-Cortez, a pesar de estar en su primer mandato, tiene la mayor cantidad de seguidores en Twitter -casi 10 millones- que cualquier miembro de la Cámara. (La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, tiene 4.9 millones de seguidores; el líder de la minoría de la Cámara, Kevin McCarthy, tiene 924.500). Alexandria Ocasio-Cortez tiene 1.4 millones de seguidores en Facebook. (Dijo en 2019 que había dejado de publicar personalmente en el sitio). Del mismo modo, cuanta con 5.2 millones de seguidores en Instagram.
No es exagerado decir que, aparte del ex presidente Barack Obama (120,8 millones de seguidores en Twitter), no hay miembro actual del Partido Demócrata con más capacidad para influir en la conversación de los Estados Unidos que AOC. Ni siquiera Joe Biden, el candidato presidencial demócrata y ganador de las elecciones americanas (7,2 millones de seguidores en Twitter).
¿Quién es Alexandria Ocasio-Cortez?
Es una de las miembros más jóvenes del Congreso, también una de las más nuevas, pero lo que no es óbice para que Alexandria Ocasio-Cortez domine las ondas de radio y la conversación, desde las noticias por cable hasta las redes sociales, que como hemos apuntado antes, son legión y subiendo.
La mayoría de su familia y amigos cercanos de Alexandria Ocasio-Cortez la llaman Sandy. Algunos, como la representante Ayanna Pressley, utilizan «Alex». Pero convertirse en AOC (y @AOC) la ha llevado simultáneamente a un panteón de leyendas con tres iniciales y, alternativamente, le ha dado un eslogan útil para la peor pesadilla de la derecha. Su rostro beatífico se comercializa en las tarjetas de felicitación de twee de Etsy ("I AOC It's Your Birthday") y se estampa junto a los de RBG y Frida Kahlo en «velas de oración feministas» y «pegatinas con iconos latinos». Los anuncios de ataques conservadores la describen como una villana socialista. Un lugar especialmente inquietante muestra una foto de su rostro en llamas antes de pasar a una colección de cráneos. La lúgubre y siempre impactante estrategia de desestabilización del adversario político cuando no pueden contigo.
Desde su juramento en enero de 2019, Alexandria Ocasio-Cortez se convirtió en la portavoz de facto de la históricamente diversa clase media de 2018, que incluye un récord de 36 mujeres y 24 personas de color como estudiantes de primer año en la Cámara. El arrebato de Yoho en los escalones del Capitolio -donde la llamó «maldita perra»- fue una ilustración dolorosa de cómo algunos miembros de la clase dominante atrincherada recibieron su llegada: un dedo en la cara del cambio. El estatus de AOC como sensación de la noche a la mañana inquietó a algunos en Washington. «Nunca he visto a personas que estaban en la galería emocionarse al ver a un miembro del Comité de Supervisión», dijo el representante Peter Welch, un demócrata de Vermont y amigo. «Otros miembros están celosos».
A lo largo de su infancia, Alexandria Ocasio-Cortez dividió su tiempo entre el Bronx y Yorktown. Mientras visitaba a su familia extendida en el Bronx, vio un marcado contraste en las oportunidades basadas en sus respectivos códigos postales.
Después de la secundaria, Alexandria asistió a la Universidad de Boston y se graduó con títulos en Economía y Relaciones Internacionales. Durante este período también tuvo la oportunidad de trabajar en la oficina del difunto senador Ted Kennedy. Su papel en la oficina del senador Kennedy brindó una visión de primera mano de la angustia que las familias sufrieron después de ser separadas por ICE. Estas experiencias llevaron a la Congresista a organizar a los jóvenes latinos en el Bronx y en todo Estados Unidos, eventualmente, comenzó a trabajar como Directora Educativa con el Instituto Nacional Hispano, un rol en el que ayudó a estadounidenses, DREAMers y jóvenes indocumentados en liderazgo comunitario y universitario.
Después de la crisis financiera de 2008, la tragedia le golpeó cuando su padre, Sergio Ocasio-Roman, falleció, lo que obligó a su familia a vender su casa en Westchester. Alexandria hizo turnos adicionales para trabajar como camarera para mantener a su familia durante este tiempo, profundizando su compromiso con los problemas que afectan a la gente de clase trabajadora.
Durante las elecciones presidenciales de 2016, trabajó como organizadora voluntaria para Bernie Sanders en el sur del Bronx, ampliando sus habilidades en la organización electoral y el activismo que la ha llevado a todo el país y a Standing Rock, Dakota del Sur, para apoyar a las comunidades indígenas, para más tarde regresar al Distrito 14 del Congreso de Nueva York para lanzar su campaña de de ingreso al mismo, la cual fue financiada mayoritariamente por personas anónimas, nunca por grandes corporaciones.
CONCLUSIONES
Es evidente que su experiencia vital ha determinado, de una forma u otra, la estrategia que tiene Alexandria de manejarse en las Redes Sociales. Muchas veces nos quejamos de lo alejados que están los políticos de la realidad de la calle y aquí es donde encontramos un ejemplo ilustrativo de lo contrario. Cuando vemos tuits de líderes políticos y nos llevamos las manos a la cabeza debido a su falta de empatía o conocimiento de la vida real, no estamos más que asistiendo al resultado de alguien que vive en una burbuja. Las Redes Sociales no son más que un reflejo de la sociedad. Si eres imbéncil tus tuits o publicaciones en Facebook serán estúpidas. Si por el contrario, eres alguien culto, empático, con conocimiento profundo de la realidad que te rodea, tus publicaciones serán mucho más naturales, más personales y que llegarán a una audiencia más amplia.
Esto es lo que ha desmarcado a Alexandria Ocasio-Cortez del resto, su capacidad para «conectar» con un amplio espectro de la sociedad, esa parte que parece muda, invisible para las élites y que necesita imperiosamente un interlocutor válido, alguien que sea reconocido como uno de ellos, que conozca sus problemas porque los ha vivido o los tiene presentes. Al final, los seguidores no son más que personas anónimas que se sienten identificados con una figura concreta que aúna sus problemas y entiende sus inquietudes. Ahí está el secreto de esta congresista que amenaza con batir todos los récords de audiencia en Redes Sociales.
