Qué es el Internet de las Cosas (IoT) Internet Of Things
Internet de las Cosas (IoT) se reviere a la interconexión de objetos físicos, como los dispositivos electrónicos y abarca una amplia gama de tecnologías emergentes, tales como centrales eléctricas virtuales, sistemas de transporte y automóviles inteligentes, etcétera.
IoT: Internet de las Cosas:
En una escala más pequeña, IoT incluye cualquier objeto doméstico «inteligente» (conectado a Internet), desde la iluminación, el horno, la lavadora, la televisión, la secadora o el aire acondicionado, por poner solo unos ejemplos.
En términos generales, Internet de las Cosas se puede considerar como una expansión de gran alcance de la tecnología de internet a través de una red cada vez más amplia de productos y sistemas integrados, como sensores, software y diferentes sistemas electrónicos. La ventaja radica en que, al pertenecer a un ecosistema interconectado, nos permite intercambiar datos y hacerlos más útiles. Por lo menos esa es la teoría.
Historia y Orígenes de IoT
El concepto de IoT se originó en la década de 1990, cuando el ingeniero Kevin Ashton trató de explicar el concepto de Radio Frequency Identification (RFID). Esta tecnología, que permite a los dispositivos intercambiar datos entre sí a través de radiofrecuencia, fue la base de la idea de IoT.
Ashton fue el primero en utilizar el término "Internet de las Cosas" en un artículo de 1999 titulado "La Internet de las Cosas". En el artículo, Ashton explicó cómo los dispositivos conectados a la red podrían interactuar con otras máquinas, así como con personas. Esta idea era una novedad en aquel entonces, y fue el primer paso para la realización de una visión más grande: el Internet de las Cosas.
Ashton también fue el primero en proponer la idea de una red de dispositivos interconectados, conocida como "Web of Things" (Web de las Cosas). Esta red utilizaría la tecnología RFID para comunicarse entre dispositivos, y permitiría que estos se conectaran a Internet sin la necesidad de un PC. Esta idea fue el precursor de la tecnología IoT que conocemos hoy en día.
Con el tiempo, el concepto de Internet de las Cosas ha ido evolucionando. A partir de la década de 2000, comenzaron a aparecer nuevos tipos de dispositivos conectados a la red, como teléfonos inteligentes, computadoras portátiles, aparatos domésticos y sensores. Estos dispositivos permiten a las personas interactuar entre sí y con el mundo digital de manera más eficaz.
La idea de Internet de las Cosas fue una de las primeras visiones de una red interconectada de dispositivos. Fue Kevin Ashton quien propuso esta idea por primera vez y fue el precursor de la tecnología IoT que hoy conocemos. Desde entonces, la tecnología ha evolucionado y se ha convertido en una herramienta esencial para la comunicación entre personas y dispositivos.
IoT en los Negocios
El Internet de las Cosas (IoT) está cambiando el funcionamiento de los negocios. Esta tecnología está permitiendo a las empresas modernizar sus procesos, mejorar la eficiencia y conectar los dispositivos a la red para obtener información valiosa. Esto se está convirtiendo en una herramienta crítica para las empresas modernas que buscan mejorar la productividad, optimizar los procesos y aumentar los ingresos.
Una de las principales formas en que el IoT está ayudando a los negocios es mediante la recopilación de datos. Los dispositivos conectados a la red pueden extraer y analizar datos a gran escala, proporcionando a las empresas una visión más precisa de sus clientes, sus necesidades y las tendencias del mercado. Esto les permite tomar decisiones más informadas y ofrecer productos y servicios mejor adaptados a los clientes.
Además, el IoT está ayudando a mejorar la eficiencia de los procesos de negocios. Los dispositivos conectados a la red pueden detectar automáticamente problemas y fallas para asegurar un rendimiento óptimo. Esto significa que las empresas pueden ahorrar tiempo y dinero, al mismo tiempo que mejoran la calidad de sus productos.
En el sector minorista, por ejemplo, los productos integrados con sensores podrán transmitir detalles de rendimiento y comentarios de los clientes a las tiendas y fabricantes. Esta información es muy útil para agilizar el proceso de reparación, así como para mejorar futuras versiones o desarrollar nuevos productos.
Las empresas agrícolas también han utilizado sensores para monitorear los cultivos y los cambios ambientales, como la calidad del suelo, precipitaciones o temperatura. Estos datos en tiempo real se envían a equipos agrícolas automatizados, que interpretan la información para determinar cuánto fertilizante y agua distribuir, lo que redunda en un consumo eficiente de recursos.
Del mismo modo, esta tecnología de sensores se puede aplicar en el sector sanitario, para permitir que los profesionales de la salud controlen automáticamente los signos vitales de los pacientes y estén rápidamente informados de cualquier cambio.
Experiencia e Impacto en el Consumidor
La adopción generalizada de IoT tendrá un gran impacto en los consumidores, mejorando sus experiencias de compra y ofreciéndoles una mayor comodidad.
En primer lugar, el IoT mejorará la comodidad de los consumidores al permitirles controlar sus dispositivos desde cualquier lugar. Esto significa que los usuarios podrán controlar sus dispositivos desde su teléfono inteligente, tablet o PC. Ello rendudará en que los usuarios podrán controlar sus dispositivos desde casa o mientras están en movimiento, lo que les permitirá ahorrar tiempo y esfuerzo.
Además, el IoT mejorará la experiencia de compra de los consumidores. Los dispositivos equipados con IoT permitirán a los comerciantes ofrecer una mejor experiencia al cliente al recopilar y procesar datos sobre sus comportamientos de compra. Permitirá a los minoristas ofrecer a los usuarios productos y servicios personalizados, lo que les permitirá satisfacer mejor sus necesidades.
Por último, el IoT también mejorará la seguridad de los consumidores. Los dispositivos conectados a Internet significan que los usuarios pueden controlar estos desde cualquier lugar, lo que les permitirá monitorear mejor sus hogares y pertenencias. De este modo tendrán un mayor control sobre la seguridad de sus bienes.
IoT en los Espacios Públicos
Este es, sin duda, uno de los desafíos más complejos de IoT, la implementación a gran escala. La integración de dispositivos IoT en una vivienda u oficina de varios pisos es relativamente simple, pero la integración de esta tecnología en toda una comunidad, pueblo o ciudad es más difícil. Muchas ciudades tienen que actualizar la infraestructura que tienen actualmente para implantar la tecnología IoT.
Sin embargo, hay historias exitosas, como el sistema de sensores ubicado en Santander, que permite a los residentes encontrar zonas de estacionamiento gratis utilizando la aplicación para teléfonos inteligenes de la ciudad. En Corea del Sur, la ciudad de Songdo se construyó como «ciudad inteligente» desde cero en 2015. Y hay varios proyectos más a lo largo de todo el globo similares.
Otro ejemplo sería la limpieza de las calles, gracias al detección automática de basuras no recogidas o el control de accesos a edificios por parte de inteligencia artificial. Además, esta tecnología nos facilitará administrar mejor los recursos limitados disponibles en determinadas zonas geográficas o sectoriales.
Sin embargo, este tipo de avances no sólo se basan en la automatización; también requieren una buena coordinación entre diferentes servicios para realizarse con éxito. Por ello, es importante apostar por políticas públicas equilibradas que apunten al intercambio colaborativo entre empresas privadas y organismos públicos para potenciar dicha integración.
Futuro de la IoT
El futuro de Internet de las Cosas es una incógnita. No hay una respuesta clara a cuál será su evolución en una década o más. La principal pregunta es cómo se integrarán estas tecnologías en la sociedad y qué consecuencias tendrán sobre nuestra vida diaria.
La mayoría de los expertos reconocen que el IoT tiene grandes posibilidades para mejorar nuestro Planeta, por ejemplo reduciendo el uso de recursos naturales o permitiendo que empresas provean servicios con menos impacto ambiental. Sin embargo, no todos están seguros sobre qué consecuencias tendrá el IoT en nuestra vida diaria. Por ejemplo, algunos temen que las personas pierdan el control sobre sus propias vidas gracias a la entrada de estas tecnologías en la sociedad.
En general, parece probable que el IoT tenga un impacto profundo en nuestras vidas y actividades diarias, pero todavía no sabemos exactamente lo que pasará ni cómo se verán modificados los aspectos más importantes de nuestro mundo. Solo esperamos que las tecnologías nos ayuden a mejorar la calidad de vida para todos.
Y es una incógnita por varios motivos, por ejemplo cualquier dispositivo que se conecte a una red, desde una computadora portátil hasta un marcapasos, puede ser pirateado. Los consumidores, las empresas y los gobiernos comparten preocupaciones sobre el riesgo de violaciones de seguridad si IoT se generalizara. Cuantos más datos personales generen nuestros dispositivos, mayor será el riesgo de fraude de identidad y filtraciones de dichos datos. IoT también genera dudas (y serias) sobre la guerra cibernética, ya que muchos apuntan a que se recrudecerá.
A pesar de todo, IoT sigue creciendo. Desde algo tan simple como apagar o encender una bombilla con una aplicación, hasta algo tan complejo como una red de cámaras que envía información de tráfico instantáneo a los sistemas de la ciudad para coordinar mejor la respuesta a una emergencia. Esta y muchas más posibilidades ofrece IoT en el futuro.
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