Qué es la Violencia Psicológica
La violencia es un concepto central para describir las relaciones sociales entre los seres humanos, un concepto cargado de significado ético y político. Sin embargo, ¿qué es la violencia? ¿Qué formas puede tomar? ¿Puede la vida humana estar libre de violencia, y debería estarlo? Estas son algunas de las difíciles preguntas que una teoría de la violencia debe abordar.
Sumario:
En este artículo, abordamos la violencia psicológica, que se mantendrá separada de la violencia física y la violencia verbal. Otras preguntas, como "¿Por qué los seres humanos son violentos?", "¿Puede la violencia ser justificada en algún momento?" o "¿Deberían los seres humanos aspirar a la no violencia?" se dejarán para otra ocasión.
¿Qué es la Violencia Psicológica?
En una primera aproximación, la violencia psicológica puede definirse como ese tipo de violencia que implica daño psicológico por parte del sujeto que está siendo violado. Existe la violencia psicológica cuando un sujeto inflige voluntariamente algún tipo de angustia psicológica a otro sujeto.
La violencia psicológica es compatible con la violencia física o verbal. El daño causado a una persona que ha sido víctima de una agresión sexual no se limita solo a las lesiones físicas en su cuerpo; el trauma psicológico que el evento puede provocar es parte integral de la violencia perpetrada, que es una forma de violencia psicológica.
La Política de la Violencia Psicológica
La violencia psicológica es de suma importancia desde un punto de vista político. El racismo y el sexismo han sido analizados como formas de violencia que un gobierno o un sector de la sociedad infligen a ciertos individuos.
Desde una perspectiva legal, reconocer que el racismo es una forma de violencia incluso cuando no se causa daño físico a la víctima del comportamiento racista es un instrumento importante para ejercer cierta presión (es decir, ejercer alguna forma de coerción) sobre aquellos cuyo comportamiento es racista.
Por otro lado, dado que a menudo es difícil evaluar el daño psicológico (¿quién puede decir si una mujer realmente sufre debido al comportamiento sexista de sus conocidos en lugar de debido a sus propios problemas personales?), los críticos de la violencia psicológica a menudo intentan encontrar una justificación fácil.
Aunque desentrañar las causas en el ámbito psicológico es difícil, no hay duda de que las actitudes discriminatorias de todo tipo ejercen cierta presión psicológica sobre los sujetos: esta sensación es bastante familiar para todos los seres humanos desde la infancia.
Reaccionando ante la Violencia Psicológica
La violencia psicológica plantea también dilemas éticos importantes y difíciles. En primer lugar, ¿está justificado reaccionar con violencia física ante un acto de violencia psicológica? ¿Podemos, por ejemplo, excusar revueltas sangrientas o violentas que se perpetran como reacción a situaciones de violencia psicológica? Incluso considerando un caso simple de acoso laboral, que implica al menos en parte cierta dosis de violencia psicológica, ¿se puede justificar reaccionar de manera violenta físicamente ante el acoso?
Las preguntas planteadas anteriormente dividen a quienes debaten sobre la violencia. Por un lado, están aquellos que consideran la violencia física como una variante más elevada de comportamiento violento: reaccionar a la violencia psicológica perpetrando violencia física significa escalar dicha violencia.
Por otro lado, algunos mantienen que ciertas formas de violencia psicológica pueden ser más atroces que cualquier forma de violencia física: de hecho, algunas de las peores formas de tortura son psicológicas y pueden no implicar daño físico directo infligido a la persona torturada.
Ejemplos de Violencia Psicológica
La violencia psicológica se manifiesta a través de acciones y comportamientos que causan daño emocional, mental o psicológico a otra persona sin necesidad de emplear la fuerza física. Aquí hay algunos ejemplos de violencia psicológica:
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Acoso moral o mobbing: Se refiere a situaciones en las que una persona es sometida a un constante y prolongado hostigamiento, humillación, intimidación o críticas destructivas en su entorno laboral. Esto puede llevar a problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión.
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Abuso verbal: Incluye insultos, desprecio, humillación o amenazas verbales constantes dirigidas hacia otra persona. Esto puede socavar la autoestima y causar daño emocional significativo.
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Aislamiento social: Cuando una persona es objeto de manipulación o control por parte de otra que la aleja deliberadamente de amigos, familiares o redes de apoyo, aislándola emocionalmente.
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Control coercitivo: Implica ejercer un control excesivo sobre la vida de alguien, como limitar su acceso a recursos financieros, restringir su movimiento o acosar constantemente a través de llamadas y mensajes para mantener el poder y el control.
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Gaslighting: Se trata de hacer que la víctima dude de su propia percepción de la realidad al negar hechos, distorsionar la verdad o manipular la información de manera que la víctima se sienta confundida y cuestione su cordura.
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Amenazas y chantaje emocional: Utilizar amenazas veladas o el miedo para manipular a alguien, como amenazar con abandonar a la persona o hacer daño a seres queridos si no se cumple con ciertas demandas o expectativas.
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Bullying: No se limita solo a situaciones escolares; también puede ocurrir en el trabajo o en relaciones personales. Incluye la intimidación, la exclusión social y la difamación.
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Desprecio y menosprecio constante: Hacer sentir a la víctima que es insignificante, inútil o indigna de respeto, lo que puede erosionar gravemente su autoestima y bienestar emocional.
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Control de acceso a información: Limitar el acceso de alguien a información crucial o distorsionar hechos para mantener el control sobre su percepción de la realidad.
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Hostigamiento en línea o ciberacoso: Utilizar plataformas en línea para acosar, amenazar o difamar a alguien, lo que puede tener graves consecuencias emocionales y psicológicas.
Comprender la Violencia Psicológica
Si bien la mayoría de los seres humanos pueden haber sido víctimas de alguna forma de violencia psicológica en algún momento de sus vidas, sin una noción adecuada de uno mismo, es difícil diseñar estrategias efectivas para hacer frente a los daños causados por esos actos violentos.
¿Qué se necesita para sanar de un trauma o daño psicológico? ¿Cómo cultivar el bienestar de uno mismo? Estas pueden ser algunas de las preguntas más difíciles y centrales que los filósofos, psicólogos y científicos sociales deben responder para cultivar el bienestar de los individuos.
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