El Cuerpo Calloso | Artículos de Psicología
El cuerpo calloso es la estructura que conecta de forma directa los dos hemisferios a nivel superior y favorece el aprendizaje. También establece relaciones entre las funciones más elevadas del sistema nervioso. Cada lóbulo del cerebro debe conocer lo que hace el otro para ejecutar las acciones de forma distribuida y coordinada.
El cuerpo calloso favorece el aprendizaje porque:
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Facilita la comprensión y la interpretación de la información.
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Ayuda en los procesos de codificación e interpretación de símbolos, ya que facilita el paso de información de un hemisferio a otro: un hemisferio globaliza y el otro capta los detalles, apoyado en el contexto global.
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Integra la información de ambos hemisferios de forma unitaria.
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Integra todo lo concerniente a los dos lados del cuerpo, los dos ojos y los dos oídos.
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Integra el espacio-tiempo, que son las coordenadas con las que ordenamos toda la información física, emocional y mental.
La integración del cuerpo calloso se produce a un nivel superior receptivo y expresivo. Las consecuencias de esta activación del cuerpo calloso están relacionadas con los inicios de la comprensión: disponer de un mejor control de movimientos, de percepción tridimensional y de un mayor reconocimiento del entorno supone ir adquiriendo la base para llevar a cabo los procesos más complejos del aprendizaje.
Además, para descubrir las causas de muchos problemas de aprendizaje, tendremos que tener en cuenta cómo es en cada niño su movimiento y su coordinación, así como la integración de la información de los ojos y los oídos.
Por este motivo, cuando analicemos la lateralidad, no nos centraremos exclusivamente en si el niño utiliza la mano derecha o la izquierda, sino también cómo utiliza sus ojos, sus oídos, sus pies y la coordinación de sus movimientos.
Si no se realizan bien los movimientos contralaterales, se puede activar más un hemisferio que otro y resultará más difícil la activación del cuerpo calloso, con la influencia negativa que supondrá esto a nivel de aprendizaje. Por ejemplo, si un niño al gatear realiza el gateo de forma asimétrica, las manos, los ojos, los oídos y el ángulo de enfoque de los ojos se realizan también de forma asimétrica y se desequilibra la función laberíntica. Como consecuencia, ésta incidirá en los procesos equilibratorios de forma inadecuada.
Entre la visión, la audición y el movimiento se da una estrecha relación. Además, la parte derecha de nuestro cuerpo está regido por el hemisferio izquierdo y la parte izquierda por el derecho, de lo que se deduce la importancia del cuerpo calloso para obtener la visión binocular y su relación con la contralateralidad y el desarrollo neurológico, sensorial y motriz.
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