¿Por qué a algunos Niños les cuesta tanto Aprender a Leer y a Escribir?
El sistema vestibular deriva de los movimientos de la cabeza (y por tanto, del cuerpo, la mayor parte de las veces), y nos servimos de él para mantener el equilibrio.
El sistema vestibular influye en el aprendizaje, ya que leer y escribir no son en realidad las “destrezas básicas”, sino que ambas necesitan que el cerebro procese todas y cada una de las precisas sensaciones y participe en la creación de respuestas motrices y mentales específicas:
- La corteza visual debe procesar los datos visuales conforme a una serie de reglas ortográficas y gramaticales y, para ello, todas las partes del cerebro que intervienen en el lenguaje deben comunicarse con las que participan en la percepción visual y la memoria.
- El niño debe poseer una buena percepción espacial para ver las diferencias entre el 13 y el 31 y entre las y sal.
- El sistema visual debe distinguir las diferencias mínimas entre las letras del abecedario, números y signos de puntuación.
- En el caso de la escritura esto se complica aún más, ya que además de todo lo anterior, el cerebro debe procesar las sensaciones de la mano y de los dedos, compararlas con recuerdos de cómo se supone que debe sentirse la mano y los dedos al escribir y organizar las contracciones musculares que mueven el lápiz.
Si el cerebro no recibe y procesa las sensaciones del movimiento y de la gravedad, ninguna de estas funciones cerebrales puede desarrollarse de forma adecuada. En niños con desórdenes vestibulares, muchos de los patrones sensomotores del cerebro están desorganizados, lo que va a hacer que no encuentren la manera de recordar el significado de una palabra impresa o no sepa escribirla sin ayuda.
¿Cómo puede leer un niño si apenas es capaz de conectar lo que ve con lo que oye?
¿Cómo puede escribir su nombre cuando lo que requiere todo su esfuerzo es mantener el equilibrio sobre la silla?
Estas capacidades sensomotoras constituyen las verdaderas “destrezas básicas” y hasta que no se preste atención a su desarrollo, los problemas de aprendizaje no desaparecerán. Algunos niños siguen un patrón de desarrollo normal en la adquisición de estas destrezas y están preparados para aprender a escribir a los cinco o seis años de edad, pero hay otros que, debido a una irregularidad neuronal, no alcanzan el grado de dominio básico necesario. Cuando intentamos enseñar a leer a estos niños a la edad de seis años, les estamos invitando al fracaso y probablemente adopten actitudes defensivas provocando un mal comportamiento.
Fuente Original: Por qué a los Niños les cuesta tanto Aprender a Leer y a Escribir