Desarrollo de las Etapas Prelaterales, Contralaterales y Laterales

Desarrollo de las Etapas Prelaterales, Contralaterales y Laterales

La lateralidad es un término que se refiere a la preferencia por utilizar un lado del cuerpo sobre el otro para realizar diferentes actividades. En términos más simples, se trata de la dominancia que una persona muestra hacia el lado derecho o izquierdo de su cuerpo. La lateralidad puede manifestarse en diversas áreas, como la mano dominante, el ojo dominante, el oído dominante y la pierna dominante.

Por ejemplo, una persona diestra tiene una preferencia por utilizar su mano derecha para escribir, comer o lanzar una pelota. Del mismo modo, una persona zurda prefiere utilizar su mano izquierda para realizar estas actividades. La lateralidad también puede ser evidente en la preferencia por utilizar un ojo para mirar de cerca o de lejos, un oído para escuchar mejor o una pierna para patear una pelota.

La lateralidad se desarrolla durante la infancia y puede estar influenciada por factores genéticos y ambientales. La mayoría de las personas muestran una lateralidad clara, es decir, tienen una preferencia dominante por un lado del cuerpo. Sin embargo, también existen personas ambidiestras, que no muestran una preferencia clara por un lado u otro y pueden utilizar ambos lados con igual destreza.

La lateralidad es importante porque afecta la forma en que realizamos nuestras actividades diarias. Conocer nuestra lateralidad nos permite adaptar nuestras acciones y elegir las herramientas adecuadas para maximizar nuestro rendimiento. Además, la lateralidad también puede tener implicaciones en el ámbito educativo, ya que algunos métodos de enseñanza se adaptan mejor a las preferencias laterales de los estudiantes.

Tipos de Lateralidad

La lateralidad se produce en diferentes fases de desarrollo:

  • Entre 0 y 24 meses: tiempo de indefinición o de manifestación imprecisa.

  • Entre los 2 y los 4 años: definición con alternancia de las dos manos en acciones que lo requieren.

  • Entre los 4 y los 7 años: periodo de automatización o preferencia instrumental para la mayoría de niños.

  • Entre los 5 y los 10 años: se desarrolla la lateralidad.

Por otra parte, también podemos hablar de fases prelaterales, contralaterales y laterales:

  • Desarrollo de las etapas prelaterales: el niño va desarrollando las etapas prelaterales a través de su desarrollo sensorial y de sus movimientos. Cuando un bebé gira sobre los dos lados del cuerpo, alrededor de los seis meses, va activando ambos hemisferios cerebrales y va estableciendo su fase prelateral de forma adecuada. De la misma forma sucede con los ejercicios de reptado en el suelo y de gateo. Si un niño voltea sólo hacia un lado, o no mueve los dos lados del cuerpo por igual, nos está indicando que ejercita más un lado del cuerpo que el otro. En este caso, el niño puede establecer de forma inadecuada su lateralidad en el futuro.

  • Desarrollo de la contralateralidad: al principio, el niño realiza sus movimientos de reptado de manera homolateral y, posteriormente, los hace de forma contralateral. Cuando empieza a utilizar las dos piernas y los dos brazos se van resolviendo las asimetrías y va automatizando los patrones de movimiento de manera adecuada. Al desplazarse de forma contralateral, el niño es capaz de coordinar el brazo derecho con la pierna izquierda y el brazo izquierdo con la pierna derecha. Con ello:

    1. En el sistema nervioso central se activa la vía cruzada de movimiento (vía de control voluntario).

    2. Se pone en funcionamiento la actividad del Cuerpo Calloso.

A los 3 años se consolida la coordinación contralateral y el trabajo sensomotriz interhemisférico. Los niños que no han incorporado bien el patrón de coordinación contralateral tienen más dificultades para realizar estos movimientos. 

Las características de los niños que realizan bien los patrones contralaterales son:

  • Desarrollan los esquemas para la orientación espacial y temporal.

  • El niño entiende los significados de las palabras como lejos, cerca, fuera, ayer, hoy y las sabe utilizar correctamente.

  • Aprende a tener conciencia unitaria de aquí y ahora.

  • Va madurando hasta el establecimiento de su dominancia cerebral: alterna la actividad de un hemisferio y otro, y va progresando en el lenguaje porque su hemisferio izquierdo empieza a tomar directrices de muchas funciones. Esto explica que muchos niños que tienen dificultades de lenguaje, también las tengan en su desarrollo motriz.

Desarrollo de la Lateralidad: cada hemisferio cerebral funciona con cierta especialización, pero ambos intervienen en la mayor parte de acciones que realizamos. El desarrollo de los procesos de comunicación entre ambos hemisferios, con la dominancia bien establecida a través del Cuerpo Calloso, hace posible un buen nivel de aprendizaje:

  • La distribución jerárquica de sus funciones.

  • La realización de cada función a su nivel.

  • El establecimiento de los automatismos de base para el aprendizaje.

  • Si no existe el nivel de desarrollo adecuado, los circuitos superiores se dedican a resolver lo que no pueden realizar los inferiores, por lo que no pueden dedicarse a sus funciones de orden más superior. Se pueden bloquear circuitos superiores, se saturan y no ejercen su función.


NOTA: Crédito de la imagen principal Depositphotos.com

Angélica Baeza
Angélica BaezaWebsite: https://novopedia.es
Psicóloga y Profesora de Lengua
Neuropsicóloga, Psicopedagoga, Mediadora Familiar y Escolar, Perito Judicial de Familia, Coach en NOVOPEDIA, centro psicológico del aprendizaje. Orientadora y Docente en la Escuela de Formación Profesional FEMPA. Ha sido profesora de Lengua Española y Lengua Valenciana. Ejerció durante 7 años la docencia en Secundaria.

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